El avance tecnológico + determinante en 20 años

Teléfono móvil

Telefonía móvil: La comunicación sin límites

La popularización de la telefonía móvil ha sido otro de los grandes cambios vividos en nuestra sociedad en los últimos 20 años. Se trata de la gran evolución del teléfono, el aparato que transformaba señales eléctricas en sonidos y que fue inventado en 1860 por Antonio Meucci. Tras décadas sin sufrir apenas variaciones, a finales de los 80 comenzaba un proceso que terminaría instalando estos aparatos en nuestros bolsillos y haciéndolos omnipresentes. La comunicación interpersonal no ha vuelto a ser igual, y la privacidad, tampoco.

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¿Qué es?

Es la comunicación a través de teléfonos que no están conectados mediante cables. El medio de transmisión es el aire y el mensaje se envía por medio de ondas electromagnéticas.

¿Cómo fueron los primeros pasos?

La radiotelefonía fue el primer paso para ‘desatar’ al teléfono de sus cables. El primer servicio de telefonía móvil comercial surgió en 1946 en EE UU. Eran equipos pesados que se instalaban en los maleteros de los coches. Esta tecnología era muy limitada y el gran salto se produjo con el teléfono celular y personal, presentado por Motorola en 1973. Comenzó a desarrollarse entonces la primera generación de estos aparatos que no llegarían a públicos masivos. Sí lo hizo la segunda, en la década de los 90 gracias a la digitalización de las comunicaciones y al abaratamiento de los terminales. Se implantaba el estándar GSM que luego sería sustituido por sistemas más eficientes: 2,5G, 3G, 4G,..

¿Qué supuso el teléfono móvil?

La extensión de los teléfonos móviles supuso una revolución tecnológica, industrial y social. Una carrera en la que los terminales se hacían cada vez más pequeños y autónomos en la que la aparición del iPhone en 2007 supone un salto hacia lo que es más un mini-ordenador de bolsillo capaz de realizar múltiples tareas y tenernos permanentemente comunicados.

¿Cuál será su evolución futura?

Los fabricantes prometen smartphones cada vez más ligeros, con baterías que aguanten más tiempo y pantallas flexibles. Serán más rápidos y con conexiones a internet cada vez más veloces. Tendrán una inteligencia artificial muy refinada que permitirá hacer cosas que ni imaginamos. O podrían desaparecer, pues la tecnología ‘wearable’ (vestible) y el ‘internet de las cosas’ permitirá que lo que ahora hacemos con un teléfono lo podamos hacer con una lavadora, una gorra, unas gafas,…