El avance tecnológico + determinante en 20 años

Coche autónomo

Coche autónomo: Conductores ociosos

El automovilístico es uno de los sectores en los que la tecnología se deja notar cada vez más. El avance más notable de las últimas décadas es el coche sin conductor, una maquinaria capaz de transportar viajeros de un punto a otro con total seguridad y sin necesidad de un humano que lo pilote. Lo hemos visto en muchas películas de ciencia ficción pero ya son varias las compañías que tienen prototipos muy avanzados mientras los coches capaces de aparcar solos son algo ya habitual en cualquier ciudad.

Los pasos más notorios los está dando Google, pero no se quedan atrás las compañías tradicionales en esta industria como Ford, BMW, Renault, Volvo, Nissan o Toyo. La multinacional digital ya ha anunciado que sus coches sin conductor han superado el millón de kilómetros recorridos mientras que en Japón se están probando como taxis.

¿Qué es?

Un conjunto de tecnologías que permiten a un vehículo viajar de un punto a otro, por carretera, sin necesidad de que un humano lo conduzca. En Japón Honda trabaja para que sea una realidad en sus carreteras antes de 2020 mientras que en Estados Unidos General Motors confía en desplegarlo en 2017.

¿Cómo fueron los primeros pasos?

El primer vehículo autónomo data de nada menos que 1939 cuando se presentó un vehículo controlado por radio y capaz de moverse sólo gracias a un circuito eléctrico. Para que funcionara era necesaria una gran instalación que lo hacía inviable para usos comerciales. En los años 90 se desarrollaron diversos prototipos, como el financiado por la Comisión Europea en 1994 que culminó en un Mercedes 500 autopilotado que recorrió 1.000 kilómetros por los alrededores de París.

¿Qué supuso el coche autónomo?

Una revolución en el transporte de personas y en el ocio, con repercusiones también en el ámbito laboral. Millones de trabajadores que conducen sus coches para llegar al trabajo tendrían ese tiempo disponible para relajarse o para ser más productivos. Su extensión supondrá cambios legislativos y planteará nuevos problemas. Si hay un accidente, ¿el responsable es el viajero o el fabricante?

¿Cuál será su evolución futura?

La legislación europea, estadounidense y japonesa está adaptándose ya para permitir la libre circulación de estos vehículos en los próximos años. Los prototipos avanzan en la idea de que los viajes se puedan programar con anterioridad desde el móvil del propietario, quien podría incluso preparar qué temperatura y qué música quiere para cuando ponga un pie dentro del mismo. Ya que los viajeros no tendrán que estar pendientes de la carretera las ventanas serán grandes pantallas en las que se proyectarán imágenes relajantes o que pueden ser utilizadas como ordenador o televisión.