La ingeniería se define como el “estudio y aplicación, por especialistas, de las diversas ramas de la tecnología”. Sus orígenes se remontan a tiempos inmemorables, y desde siempre ha estado ligada al mundo de la sanidad. Pero hay dos campos que han sido fundamentales en ese proceso, la ingeniería genética y la biomédica, que han marcado un antes y un después para la salud del ser humano.
La Ingeniería biomédica está considerada como una de las tecnologías punta del siglo XXI. Centrada en el ser humano y en el cuidado de su salud, es el resultado de la aplicación de los principios y técnicas de la ingeniería en el campo de la medicina. Por su parte, la ingeniería genética o bioteconologia consiste en la manipulación deliberada de la información genética, y los procedimientos que utiliza reciben el nombre de métodos del AND recombinante o clonación molecular del AND.
En lo que se refiere a la ingeniería genética, en 1973 tuvieron lugar los primeros experimentos en los que genes de una especie se introducen en organismos de otra especie y funcionan correctamente. Cuatro años después los científicos desarrollaron las primeras técnicas para secuenciar con rapidez los mensajes químicos de las moléculas del ADN.
Por lo que respecta a la ingeniería biomédica, según algunos estudiosos, existe desde que aplicaron remedios a problemas particulares del individuo. Ponen como ejemplo una prótesis del dedo gordo del pie que fue descubierta en una tumba egipcia. Otros sitúan su origen en los dibujos anatómicos de Leonardo Da Vinci o en los trabajos de finales del siglo sobre la conducción eléctrica en los seres vivos.
Los diferentes investigadores que se han dedicado al campo de la ingeniería biomédica han logrado avances como el descubrimiento de los rayos x, la electrocardiografía, el respirador artificial, el marcapasos, el bypass cardiopulmonar, los ultrasonidos, la medicina nuclear, el microscopio electrónico, los computadores, la resonancia magnética de imagen y el corazón artificial, entre otros hitos para la medicina. En cuanto a la ingeniería genética ha permitido corregir errores genéticos, y crear nuevas especies con fines comerciales y alimenticios.
El reto de la ingeniería genética es hallar la solución para erradicar enfermedades terribles como el Alzheimer y otras demencias, el cáncer y diversas dolencias de origen genético o frenar el envejecimiento. Pero su labor plantea grandes dilemas éticos. Y es que la alteración de una célula afecta al resto de sus descendientes y se desconoce aún que supone esa propagación en futuras generaciones humanas.
También el futuro de la Ingeniería biomédica es muy prometedor, pero tiene pendiente la promesa de la medicina personalizada. La categorización de la genética humana y otros avances ofrecen la posibilidad de identificar factores específicos en cada persona que determinarán su bienestar o su tendencia a enfermar. Por otro lado, puede jugar un papel decisivo en el desarrollo de la inteligencia artificial y en medicinas que puedan curar la expansión de nuevos virus.